En febrero China compró mascarillas baratas, y hoy las vende más caras

El día de ayer el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Hugo López Gattell, fue entrevistado por un medio internacional, donde señaló que México había vendido “grandes cantidades” de mascarillas ó tapabocas en el mes de febrero a China, y que ahora el país se encontraba en la necesidad de re-comprarlas, solo que ahora dicha compra se está dando en un precio más alto.
Despertando una enorme preocupación debido a la falta de productos médicos confiables para los habitantes de México.
En la entrevista realizada por Richard Ensor, Gatell declaró a la plataforma The Economist que debido al modelo escogido para monitorear los casos de coronavirus (COVID-19) en el país “no todo era visible”.
Fue durante esta entrevista que el subsecretario aprovechó para aceptar que México contaba con los insumos de mascarillas, pero que éstos se habían vendido a China, en una transacción hecha el pasado mes de febrero.
El entrevistador aprovechó para cuestionarle si hubiera detenido las ventas a China, a lo que Gatell respondió:
“En retrospectiva, tal vez debimos hacerlo, pero no lo hicimos.”
Agregando finalmente, que China tenía la necesidad de los productos y que en ese momento en México esta decisión hubiera generado mucho mayor caos que el se ha registrado actualmente.
Pese a que China, fue uno de los países que sufrió los primeros ataques del virus Covid-19. Se han dedicado a revender los productos comprados a otros países. Con proveedores que inflan de manera impactante los precios de las mascarillas, por lo que varios países del continente europeo se encuentran resintiendo fuertemente el desabasto.
“Las mascarillas FPP2 las vendíamos a 4,5 euros”, dice Cristina Carazo, una de los tres farmacéuticos consultados, en Barcelona, España, en un comunicado hecho por El Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB). Hoy en día, el precio de una mascarilla de éste tipo, alcanza el valor de 20 euros ¡casi 5 veces su precio!
Un tema que sin duda debe despertar la fuerte comunicación entre los países para administrar de manera más equitativa los productos con los cuales se está atendiendo la fuerte crisis de la pandemia en el mundo.